la peor de todas
exhibicion biprsonal, 2025


La peor de todas es un proyecto de investigación abierto, desarrollado por Chris Luza e Isaac Ernesto, que plantea una metodología transdisciplinaria para la producción visual y la ficción especulativa como medio para repensar la relación entre tecnología, memoria colonial e imaginación. El título hace referencia a la autodenominacion de Sor Juana Inés de la Cruz como “la peor de todas”, retomando su gesto de resistencia frente a las jerarquías patriarcales y coloniales de su tiempo (siglo XVII) como punto de partida para un acercamiento crítico a la Inteligencia Artificial (IA).

A lo largo de su desarrollo, el proyecto ha desplegado talleres, ejercicios especulativos e investigación colaborativa, culminando en la exposición realizada del 13 de noviembre al 13 de diciembre de 2025.





A continuación se presenta el texto curatorial escrito por Carlos Zevallos Trigoso, que sitúa la exposición dentro de las preguntas conceptuales y políticas más amplias que enmarcan La peor de todas.


La peor de todasExhibicion en La Casa de Mamus


“Esta exhibición emerge como resultado de un proyecto de investigación artística y metodológica desarrollado por Chris Luza e Isaac Ernesto, beneficiarios de los estímulos económicos para la producción de artes visuales del Ministerio de Cultura del Perú. El proyecto nace de una negociación con las expectativas institucionales que habitualmente condicionan estos financiamientos: la demanda de impacto social y la preferencia por producciones que no problematicen demasiado las estructuras que las sostienen. Frente a esto, Chris e Isaac optan por desplazar el énfasis desde la obra como producto final hacia la sistematización de procesos de investigación-creación, proponiendo que el trabajo metodológico es en sí mismo una forma de producción artística. Así, el proyecto se enfoca en desarrollar estrategias para sistematizar la emergente relación entre arte y tecnologías vinculadas a la inteligencia artificial generativa, interrogando tanto su potencial como herramienta para la investigación-creación, como las fricciones que emergen de su origen eminentemente capitalista y neocolonial. La propuesta toca directamente la pregunta sobre la relación entre creación artística e inteligencia artificial generativa en un momento histórico donde proliferan discursos que presentan la IA como amenaza a la creatividad humana, esa supuesta facultad excepcional que nos distinguiría de las máquinas.

Una respuesta común ante este escenario es la reivindicación de los trabajos manuales, analógicos, “artesanales”, etc… como reducto de lo propiamente humano frente a la automatización de todo. Sin embargo, vale preguntarnos  si esta defensa de "lo humano" no reproduce las jerarquías y exclusiones que históricamente han constituido esa categoría. Desde perspectivas críticas hacia el humanismo occidental-liberal (Braidotti), se ha señalado que la figura del "Hombre" como sujeto universal ha sido históricamente una construcción normativa que excluye a lo no masculino, blanco, europeo, heterosexual, propietario. A su vez, los estudios poscoloniales han mostrado de manera clara cómo la categoría "humano" fue sistemáticamente negada a pueblos colonizados durante siglos, justificando su esclavización y explotación. Reivindicar "lo humano" frente a la máquina puede terminar re-instalando las mismas jerarquías onto-epistemológicas que sostienen tanto el productivismo capitalista como la diferencia colonial. Sin embargo, esto no implica entregarse irreflexivamente a las corporaciones multimillonarias que controlan las infraestructuras de IA generativa, cuyos modelos de negocio se basan en la extracción masiva de datos, la precarización laboral de quienes etiquetan esos datos en el Sur Global, y la consolidación de monopolios tecnológicos. Más bien se trata de desconfiar tanto de las promesas tecno-solucionistas de estas plataformas como de los discursos que nos convocan a rescatar una supuesta esencia humana amenazada, como si esta no hubiera sido históricamente una categoría de dominación.

En este proyecto, Chris e Isaac adoptan una posición de ambivalencia frente a las tecnologías de IA generativa. Se aproximan a ellas como aquello que opera simultáneamente como remedio y veneno, sin que podamos establecer de antemano cuál de estas dimensiones prevalece. Esta ambivalencia radical nos obliga a habitar la incomodidad de no poder determinar si estamos ante un instrumento de emancipación o de control, de creación o de reproducción automatizada. Las IA generativas operan precisamente en este registro: son herramientas que pueden amplificar capacidades imaginativas y facilitar procesos de investigación, pero también dispositivos que consolidan estructuras de poder corporativo, reproducen sesgos coloniales y raciales sedimentados en sus datos de entrenamiento, y amenazan con intensificar la precarización del trabajo creativo.

Lo que vemos en esta exhibición es una instalación titulada “V.O.C.e (Versatile Organic Chemical Enterprise)”, que es a su vez el nombre una empresa ficticia de producción de drogas recreativas que existe a partir de apropiarse y reimaginar críticamente la historia de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (Vereenigde Oostindische Compagnie o V.O.C), responsable entre los siglos XVII y XVIII de la feroz explotación colonial de especias en las Islas Molucas en la parte oriental de Indonesia. En esta versión futurista generada mediante IA, la V.O.C.e produce drogas recreativas elaboradas a partir de nuez moscada, clavo de olor y hoja de coca, sustancias altamente valoradas en Europa. La operación conceptual aquí es reveladora: las "especias" que motivaron el extractivismo colonial holandés en Indonesia se combinan especulativamente con la hoja de coca, que tiene su propia  historia de extracción colonial en los Andes. Lo que emerge es un futuro distópico donde las estructuras coloniales no han sido superadas sino desplazadas y reconfiguradas: la lógica centro-periferia persiste, la extracción de recursos del Sur Global para el consumo del Norte continúa, solo que ahora las mercancías son psicoactivos en lugar de especias. Este futuro no es una advertencia sobre lo que podría ocurrir, sino una forma de hacer visible cómo el futuro ya está siendo colonizado por las mismas gramáticas de dominación que organizaron el pasado. La V.O.C.e no es una empresa imaginaria ubicada en un tiempo por venir, sino la actualización contemporánea de lógicas extractivistas que nunca dejaron de operar.

Además de este proyecto, también se puede encontrar en la exposición tres carpetas con documentos desarrollados en los talleres “Imaginando Futuros Críticos”; que fueron espacios de ficción especulativa llevados a cabo en Iquitos, Trujillo y Huamanga. En estos talleres, un grupo de participantes trabajó con la IA Generativa en la creación de historias especulativas sobre el futuro de sus territorios.

La propuesta en sí no emerge de la nada, sino que se activa a partir de aquello que ya pre-existe en los corpus masivos de textos e imágenes con los que estas plataformas fueron entrenadas. Los modelos de IA generativa han sido alimentados con archivos culturales globales que están saturados de historias coloniales, narrativas extractivistas, imaginarios apocalípticos y estructuras de violencia epistémica. Cuando pedimos a una IA que imagine el futuro, o que genere relatos sobre empresas, colonialismo o drogas, estamos en realidad activando estas sedimentaciones: la IA no inventa desde cero, sino que re-configura y recombina los patrones que ya habitan sus capas de entrenamiento.”

- Carlos Zevallos Trigoso





Talleres de ficción especulativa — Huamanga, Iquitos y Trujillo

La segunda fase del proyecto, los Talleres de Ficción Especulativa, se llevó a cabo en las ciudades de Iquitos, Huamanga y Trujillo, donde lxs participantes imaginaron colectivamente futuros críticos y construyeron cronologías alternativas compartidas. Los talleres tuvieron lugar en tres distintos espacios comunitarios y culturales: la Escuela César Vallejo en Huamanga, el Museo de Arte Amazónico en Iquitos y Paijaaaaaaan (en colaboración con el Museo de Arte Moderno de Trujillo MAM) en Trujillo, .

A lo largo de los tres talleres, lxs participantes trabajaron principalmente con formas de organización comunitaria y social del pasado, utilizándolas como base para imaginar modos colectivos de resistencia y reconstrucción. Estos imaginarios buscaron, con frecuencia, reconstituir vínculos de vida comunal que desafían la estabilidad del proyecto moderno-colonial. Al mismo tiempo, los resultados de los talleres hicieron visibles las maneras en que los algoritmos infraestructurales operan al proyectarse hacia el futuro, revelando cómo las matrices coloniales continúan reproduciéndose a través de los condicionamientos de clase, raza y género.


Huamanga — tras del colapso de 2075
En Ayacucho, les participantes desarrollaron una ficcion posapocaliptica zombie marcada por los bombardeos a las capitales del mundo y la caída de Lima, a partir de los cuales las comunidades de Ayacucho comenzaron a organizarse de manera autónoma. En Huamanga surgieron las primeras asambleas convocadas con graffitis en muros y pistas: “Asamblea General de Organización”. De ese proceso nacieron nuevas formas de cuidado, entre ellas la Colectiva de Madres Cuidadoras, que impulsó la reforestación de la ciudad, la cosecha de agua y la limpieza de acequias como actos rituales y económicos autosostenibles. De su trabajo emergió también Cholita Ruda, un espacio de crianza colectiva y horizontal para las infancias, símbolo de un nuevo modo de comunidad basado en la equidad y el afecto. Frente a la disidencia y la resistencia interna, las asambleas reemplazaron el castigo por la reparación, creando formas de reintegración desde el cuidado y la palabra. Finalmente, de esa urdimbre se fundó una sociedad sin nombre: una red viva que se reconoce en el gesto, no en el título; en las rondas, los rebrotes y los murmullos. Una comunidad que rehúsa llamarse nación, pero que florece en cada acto de cuidado compartido

La documentacion completa se encuentra a traves del siguiente enlace.



Iquitos — La Cumbre Amazonica de 2035
En 2035, la Cumbre Amazónica de Loreto reúne por primera vez a líderes indígenas y gobiernos de la región para acordar un futuro común basado en la soberanía ecológica y la justicia territorial. Desde Jorge Pérez Rubio hasta Nemonte Nenquimo, las voces amazónicas consolidan un pacto histórico que prioriza la vida, la autonomía y el uso responsable de los recursos naturales. Sin embargo, la iniciativa enfrenta oposición de corporaciones extractivas que ven amenazados sus intereses. Entre tensiones mediáticas y alianzas inéditas, la cumbre marca el inicio de una nueva década de organización continental hacia el 2045: el tiempo de la selva..

La documentacion completa se encuentra a traves del siguiente enlace. 


Trujillo — Before and After the 2048 Reset
En Trujillo, el taller imaginó un preámbulo al Reinicio de 2048. Antes del colapso, la Alianza Vigías de Chan Chan —una élite conservadora tecnocientífica y espiritual— intentó preservar el antiguo orden, temiendo que la tierra pudiera «olvidar cómo permanecer sólida». Su fracaso dio lugar al Gran Huayco, un colapso total que disolvió ciudades, certezas y jerarquías. En Paiján: Memoria del futuro, el Museo de Historia Natural de Paiján reconstruye esta transición, mostrando cómo la humanidad aprendió a mutar junto con el desierto. Entre aerocondores, viringos y ecooceánicos, la narrativa celebra la adaptación como principio vital y advierte que la supervivencia no reside en resistirse al cambio, sino en transformarse con él.

La documentacion completa se encuentra a tarves del siguiente enlace.

CHRIS LUZA   -   PERÚ.  -   2025